La guerra de los mundos

by • November 27, 2013 • Dolphin HotelComments (0)8348

La búsqueda incesante de la luz no responde únicamente a una necesidad práctica del ser humano, sino también a una lucha por escapar de las tinieblas. El miedo a la oscuridad supone también el miedo a lo desconocido, a lo que de ella pueda surgir. Son muchas las historias de intriga, terror y destrucción que se han narrado, y en buena parte de ellas se da un elemento en común: la oscuridad y lo imprevisible que supone el vivir sin saber qué se esconde en ella. Y lo que oculta suele ser aquello que aviva nuestros miedos.

Cuando el siglo XIX tocaba a su fin, un escritor publicó un relato de ciencia ficción, que primero la radio y luego el cine adaptaron, trasladando al público al corazón de una pesadilla inimaginable: La guerra de los mundos. Su autor H.G. Wells narra la crónica de unos días en los que la humanidad estuvo a punto de sucumbir ante la llegada de una invasión marciana. La estética de los extraterrestres y todo lo que les rodea es tan oscura como sus intenciones, y a medida que avanza el relato, el lector se ve atrapado por las tinieblas que se ciernen por el mundo al paso de las hordas marcianas. Es entonces cuando incluso una pequeña lámpara o una grieta en una pared por la que se cuela un finísimo rayo de luz es suficiente para que el ser humano que se encuentra atrapado en la terrible oscuridad recupere la esperanza.

Pero La guerra de los mundos no es la única novela destacable de un autor que, antes de alcanzar un más que merecido lugar entre los más grandes literatos contemporáneos, ya había fascinado al mundo con otras historias tan increíbles como la de estos temibles hombres de Marte. Apenas tenía treinta años y ya había publicado clásicos de la literatura universal como La Máquina del tiempo, La isla del doctor Moreau y El hombre invisible, todas ellas novelas que, como hizo Spielberg en 2005 o Byron Haskin en 1953 con la misma obra, La guerra de los mundos,han sido adaptadas al cine, versionadas por autores de cómic y revisadas por otros muchos artistas que aún hoy en día siguen bebiendo de la fuente de inspiración de uno de los más grandes creadores del género fantástico, del que es considerado su iniciador. No obstante, La guerra de los mundos fue concebida y publicada en 1898.LaGuerradelosMundos

Como muy bien argumenta Fernando Savater en el prologó de la edición de La guerra de los mundos que publicó la editorial Edaf en 2005, Wells perteneció a una generación de hombres fascinantes y fascinados por el futuro, por aquello que el ser humano sería capaz de lograr no muchos años después. De su misma época data la obra literaria de otro escritor genial, Julio Verne, aunque su enfoque es distinto al de Wells, ya que parte de la corriente literaria del Romanticismo. Este autor supo narrar la historia de personajes excepcionales embarcados en aventuras en las que se materializaban sueños inalcanzables en aquel momento para el ser humano. Artefactos que permitían volar y máquinas que surcaban océanos desde sus profundidades, todos ellos ingenios imprescindibles en el desarrollo de las historias del escritor. Es  por esto que muchos ven en Julio Verne una suerte de visionario.

Sea cierto o no, lo que si está claro es que su época constituyó una autentica revolución no solo en las letras, sino también en la concepción de la vida y el individuo. Mientras Julio Verne ensalzaba la capacidad creadora del ser humano, dotando al individuo de un margen de libertad infinito, Wells hace responsable al hombre no solo de la creación sino también de su propia destrucción y degradación, extremos que podría alcanzar a causa de una irrefrenable y descontrolada voluntad creadora. En cierto modo, ambos fueron unos visionarios que anticiparon lo mejor y lo peor de la evolución de la especie en el último siglo.

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