Estar en una banda implica esforzarse al máximo por ofrecer lo mejor de uno mismo, pero también debería ser (y no siempre es así) sinónimo de diversión. Paracetamol lo es. La banda gallega ha llegado como remedio infalible y gamberro ante la apatía, puro antídoto efervescente de punk y pop con un productor de categoría como lo es Pablo Novoa (Golpes Bajos, La Marabunta, Mastretta, Iván Ferreiro..). Píldoras energéticas y revitalizantes que combaten los virus del tedio, del estrés y de la formalidad.

Resfriarse en diciembre ya no va a ser más un suplicio siempre que demos al play y suenen las canciones de este combo gallego que contagian actitud punk, energía desbordante y muchas ganas de sacudirte del asiento y hacerte partícipe de sus correrías. A las letras nos remitimos: La mujer asesinada por un psicópata de lujo aburrido y ‘torturado por el lujo’ con una víctima clara ‘ella era sólo actriz haciendo de camarera, con más propinas que salario’ (‘Jasesino’), ‘ me sobra media cama y un mando de la Wii. No encuentro mi calma ni siquiera con el tranquimazin’ (dicen en ‘Art Decó”), ‘he perdido la paciencia y jamás estaré bien. Me paso el día en urgencias, ¿por qué nadie me cree? (‘Hipocondríaco’), ‘¿por qué me complicas la vida? No quiero ser tu Julieta suicida’ (‘Julieta suicida’), etc…

Si te gustan F.A.N.T.A o Airbag, el doo-woop (hay retazos en ‘Veneno’), el pop estatal facturado en los 80 en nuestro país (Aerolínias Federales, Alaska y Dinarama, Los Vegetales, Siniestro Total, Loquillo y los Trogloditas) o incluso White Stripes, Miss Li y Blondie, Paracetamol no deberían decepcionarte. Su música goza de todos estos componentes antiaburrimiento y mucho más. ¿A qué esperas para conocerlos?

la verdadera y formal historia de Paracetamol
Roque Cameselle: sabía tocar mal el teclado y escribía novelas. Fue a clases de teclado, pero eran demasiadas teclas.
Coque Varela: se divertía tocando mal la guitarra y escribía pseudo-canciones. Fue a clases de guitarra, pero el profesor le quería enseñar jazz.
y Cristina Pena: cantaba bien malas canciones en el karaoke. También fue a clases de canto pero.. esto… ¡Esto era pop!”
Al final un profesor ruso de viento les presentó a una profesora gallega de violín que se apiadó de ellos. Y fueron todos. Y fue divertido, la verdad.
Entre tanto fueron a un estudio, grabaron dos canciones y se empezaron a animar: eran “Hipocondriaco” y “Julieta Suicida”. “Hipocondriaco” era electrónica y Roque le metió todos los ruiditos que se le ocurrió con su teclado. En “Julieta Suicida” sólo había guitarras de Coque y voz. Y aunque quedó bien les supo a poco. Así que buscaron más orquesta. En el estudio les presentaron a un bajista, que les presentó a un guitarrista, que les presentó a un baterista… Y así nació: Paracetamol.

El disco está editado por Rumble Records: www.rumblerecordsonline.com
Y, para que quede claro que el espíritu artístico corre por las venas de Paracetamol, destacar que Roque es también novelista (‘O Pausiñas’, ‘Bieito o Dubidoso’) y cineasta y que su nueva película de animación, ‘El pequeño mago’ se acaba de estrenar en cines de toda España.

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