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HBO, La historia jamás contada

by • March 21, 2014 • Notas desde aquí abajoComments (0)3688

Por Juanma Morón & Pablo Muñoz

 

Si hay algo que aquí abajo hemos tenido claro desde el principio de los tiempos es que HBO no es televisión. Es otra cosa. Algo más. Y qué buena es True Detective.  Y menudo final. Lo mejor en evos.

 

Sin embargo, y sin ánimos de resultar malpensados, a veces nos parece notar el equivalente neuronal a un leve cosquilleo en ese preciso punto en que la nuca se convierte en cuello. ¿Será tal vez algo de caracter sobrenatural? Porque sinceramente pensamos que la ciencia no tiene todas las respuestas. ¿Cómo es posible que tras ochenta años haciendo series de televisión, éstas solo empiecen a molar a partir de 1998? Porque seamos honestos, antes de que HBO decidiera comenzar a molar el panorama seriéfilo venía a ser

este:Antes de HBO, todo esto era campo

Seamos honestos. ¿Qué había antes de HBO? Sí, ya, miras las enciclopedias y se hacían mogollóin de cosas. Pero aquí abajo lo tenemos claro. La historia de las series de televisión no es más que una burda mentira. Propaganda de unos señores bajitos y con gafas que tienen su base secrelas afueras de Milwakee. Todas esas series antiguas de las que os hablan son mentira, malas y en algunos casos ni siquiera existen. ¿”The Twilight Zone”? Venga, hombre. Seamos serios, por favor. ¿”Bonanza”? Un invento de nuestros abuelos. Igual que “Mision:Imposible”. ¿Una serie? A nosotros no nos engañan. Tom Cruise jamás aceptaría hacer televisión. Tiene PRINCIPIOS. A Colombo, en cambio, se lo inventaron nuestros padres. Y Twin Peaks seguro que es cosa de nuestro tío el “artista”.  ¿Drama con tintes sobrenaturales? Sí hombre, nos la van a comparar con True Detective si ni siquera existe en realidad. Esto son cosas que sabemos todos. No se cuestiona que antes de Sex and the City “Televisión” y “calidad” no rimaban para nada. Que Los Soprano lo cambiaron todo. No obstante, no sería lógico que, aún entendiendo el dominio total y supremo de HBO, hubiera otras televisiones, como Fox, capaces de producir shows a la altura. Creemos que hay zonas de la verdad por descubrir. Y por ello, repasaremos una historia no oficial de la televisión contemporánea: para que podamos entender los magnos aciertos de HBO y encontrar respuestas.

Empecemos…..

 

-Expediente X.

¿Existía el amor antes de HBO? No. Aquí tenemos la prueba: esta serie, que muchos bendicen por contar con una de las mejores parejas de la historia de la televisión, no es de amor. Es de gente maja que se ayuda en el TRABAJO.

-Doctor en Alaska.

Pese a los rumores insistentes de que mucha gente – no nativos de Alaska – han visto esta serie durante mucho tiempo, lo cierto es que tras encontrar perdidos tres episodios descubrimos que todo el argumento habla de la rutina y los trágicos día a día de un sitio lleno de nieve y abrigos caros. Le falta chicha argumental y buenos personajes. El personaje del sheriff friolero está ya muy visto.

-Las aventuras de Hércules.

Como todos sabéis, hasta Juego de Tronos el género de la fantasía épica era poco menos que malo, una cosa cutre, sin vida propia o tradición literaria con imaginario desarrollado. ¡Suerte de HBO y su infinita generosidad! La gran prueba es Las aventuras de Hércules, una serie demasiado terrorífica para los niños, pero excesivamente esquemática para los adultos: ¡ya sabíamos que la mala era Hera desde el primer capítulo! Comparad ese misterio, pobremente trenzado, con los ribetes lovecraftianos de otra gran serie fantástica como True Detective: no hay color. O si lo hay: el amarillo (lo pillaís ¿eh?).

-El príncipe de Bel-Air.

Este precedente clarisimo de The Wire tiene unos personajes demasiado esquemáticos. ¿cómo iba a ser Carlton un camello rico mientras que el honrado Will se oponía a su natural nihilismo? Indudablemente, celebramos El príncipe de Bel-Air como el primer intento de hacer un show con ecos de la tragedia griega – a fin de cuentas, el tío Phil era juez – pero la larga duración de cada episodio lastra las ideas. Demasiado ambiciosa.

-Lois y Clark.

Girls nos enseñó que se pueden hacer grandes series sobre periodistas que no se pueden pagar el piso. En cambio, Lois y Clark intentaba narrar con gran verosimilitud la llegada de una joven muchacha a otra gran metrópolis, y su relación con un chico también muy complicado, pero esos toques de novela rosa facilona hacían que Sex and The City o Girls, de HBO, hayan devuelto el REALISMO a las Series de Chicas.

Bien. Hecho el breve repaso, intentaremos analizar como el final de True Detective propone superar no solamente todo el género fantástico – que en televisión estuvo dominado por “El coche fantástico”, en nuestra opinión una serie estéticamente vanguardista- sino también la poderosa influencia de “Los Fraggle”, el primer y más importante show de la HBO.  Hemos detectado que Nic Pizzolatto, como todos los artistas discreto respecto a sus grandes influencias, quiere explicarnos el show mediante sutilezas.

Creemos que aquí está el gran ocultamiento de HBO: no quieren que veamos las reposiciones de Fraggle Rock donde se dan las claves de todo el entramado narrativo.

Hete aquí las lecciones.

1) Sectas asesinas en medio de realidades sociales turbulentas.

Como vemos, Fraggle Rock y True Detective abordan la presencia de una serie de ritos producidos en contextos muy complicados. La referencia temprana a un “Matt” indica la quizás premonición de Matthew McCounaghey como Rusty Cole.

 

2) La luz y la oscuridad.

Como se ve en esta maravillosa Canción de la Amistad (Friendship song), el plan de True Detective lleva fraguándose DÉCADAS. “Acuérdate / de cuando todo / fue mal”. ¡Exacto! ¡Es el final de la serie! ¡Es la propia construcción del personaje principal! Pizzolatto demuestra un gran conocimiento de causa hacia todas las cosas importantes: los peluches, las canciones bonitas y EL AMOR.

3) Influencias lovecraftianas.

Fraggle Rock y True Detective son obvios exponentes del género fantástico. ¡Qué menos que referenciar a una lista incansable de los maestro! El mito de Cthuluhu tiene su continuación en los GORTS de Fraggle Rock y en los, bueno, en las referencias casi mínimas al rey amarillo. Es el principio de un gran plan.

4) El descenso a los orígenes

Como todos sabéis, el séptimo y vibrante capítulo final de la serie propone un viaje al infierno literal, con una alucinación que indica que estamos en el infierno mismo y que amplia las preguntas filosóficas de la serie: como dijo Rusty Cole, el tiempo es un círculo plano. O como dijeron en Fraggle Rock: “haz lo que hacías siempre otra vez”. ¿Parece claro verdad? Estamos ante un ejemplar claro de remake/secuela y homenaje.

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